Libertad de expresión.

¿Libertad de expresión o cuestión de mal gusto? Ante todo debo decir para que no haya malos entendidos que estoy totalmente a favor de la libertad de expresión, asociación y todas las libertades habidas y por haber. Pero lo de meterse con las desgracias, malformaciones, genero, etc., del vecino/a, lo veo de muy mal gusto.

Ya sabemos que el  humor negro, es eso mofarse de las desgracias, todavía si son las de uno/a, (que son las menos dadas) tiene un pase y una clase.

Que somos esclavos de nuestras palabras, pues es bien sabido por el personal, que se lo pregunten a Guillermo Zapata; está claro que no es el/la primero/a, muchos son los/as que largan por esas boquitas o deditos y luego pasa lo que está aconteciendo.

Para hacer uso de este tipo de humor,  se requiere un alto grado de sutileza, dominio del lenguaje y educación.

Yo les exijo a mis representantes políticos, otras cualidades como: honradez, eficacia, entrega, confianza, humanidad y sobretodo de lo que adolece este  mi país ESPAÑA (que luego dicen que los/as izquierda, no decimos España); RESPETO.

NO puedo dejar de decir que (según dicen mis allegados),  tengo muy poco sentido del humor.