_Estas fechas cada vez las aguanto menos.
Se decía Esperanza.
Y tenía muchas razones para argumentar su
disgusto. Mientras plumero en mano, limpiaba los muebles del salón; de fondo se
oía a Pepa Bueno en el Hoy por Hoy de la Ser.
_ Aquí, aquí mismo poníamos el belén,
(señalando el mueble aparador) con todas sus figuritas, el rio con papel de
plata y el portal, era de mi abuela estilo Napolitano._ Se decía.
Esperanza solía hablarse a sí misma en
voz alta. Pasaba muchas horas sola, desde que los hijos se vieron obligados a
buscarse la vida fura de España.
Ante cuando Manolito y Paquito eran
pequeños, la casa se llenaba de espumillones, luces y serrín para el suelo del
belén. La casa olía a guisos, pestiños, fruta escarchada, anís y turrones. Las
panderetas y villancicos con sus soniquetes, y el sonido de los bombos de la
Lotería. Pues el nacimiento se ponía el día 22, sin falta.
Que bien cantaba su Pepe, que paciencia
tenia con los críos; pero un ictus se lo llevo hace unos 3 años.
Ahora Esperanza, espera con impaciencia
que el país se arregle, y puedan volver sus hijos. La casa se volverá a llenar
con las risas de los nietos, se pondrá el belén y volverán los cantos.
RING!!!!
RING!!!!
_Dime Margarita, si si no te preocupes,
sobre las nueve y media. Allí estaré. Colgando el teléfono, Esperanza suspira.
Desde que falta Pepe, va a cenar en Noche
Buena a casa de su cuñada. Nunca se llevaron bien, pero… como es NAVIDAD.
Para mas sentimientos con Carmen.
Para mas sentimientos con Carmen.
Real como la vida misma.
ResponderEliminarEl sentimiento de ausencia del marido y la algarabía de los nietos .
ResponderEliminarBuen relato Atlanta .
Feliz Año Nuevo un abrazo.
¡Hola! Un relato lleno de nostalgias, me gusta esto de a pesar de todo, intentar pasar una agradable noche.
ResponderEliminar¡Un abrazo! ¡Y Feliz y próspero año nuevo!
Asi suele pasar en muchos hogares. Mantienen la costumbre de juntarse en la mesa a familiares que no se portan bién y entonces la Navidad ja es otra cosoa que no hace nigún bién a nadie. Besos-
ResponderEliminarEs triste, con los hijos lejos y faltando el marido; pero la vida sigue, y esos hijos tal vez regresen al menos por navidad, y la alegría volvera aunque sea por pocos días.
ResponderEliminarHas explicado un gran ejemplo del sentimiento que experimenta mucha gente en estas fechas.
Un abrazo y gracias por participar.
Emotivo relato. Cuando los hijos dejan el nido, en busca de mejores oportunidades es difícil para los padres esa terrible soledad. La de tu protagonista es más dura, ya que su esposo falleció. Al menos la invitó la cuñada aunque no se hayan llevado bien. Nadie debe pasar solo la navidad.
ResponderEliminarSaludo
Mi sentimiento es de agradecimiento, hacia ustedes por la grata visita a mi mundo.
ResponderEliminarBesos encontrados.
Ay... qué pena y cuántas personas pasan una Navidad así. Por eso me parece muy buen retrato de una realidad de una parte de nuestros vecinos.
ResponderEliminarBesos con más nostalgia que esperanza.
Que razón tienes amigo.
EliminarBesos agradecidos.
Me gusta que hace honor a su nombre "Esperanza" y me uno a su deseo que el país se estabilice y vuelvan sus hijos.
ResponderEliminarNo llevarse bien con alguien y acompañarse para alejar la soledad por lo menos unas horas no creo que sea tan malo.
Un beso, Atalanta
Gracias Ame, por tu visita.
EliminarBesos agradecidos.
La vida misma, es mas me siento un poco indentificada no tengo marido ,ni hijos pero si echo de menos a mis padres y desde que ellos falta ,nada es igual, aunque no estoy sola tengo un hermano y una cuña que estan pendientes de mi pero esas Navidades se fuerón para no volver, beso Cecilia!!!
ResponderEliminarTe comprendo perfectamente Carmen.
EliminarEspero llemar un huequito de tu corazón.
Besos agradecidos.