De siempre me han gustado las puestas de sol, de hecho tengo muchas fotos de puestas de sol, pero lo más curioso, es que todas son en la playa, la que he elegido, no tiene ni una semana; es de una cala de Roche, para ser más exacta, Coníl de la Frontera, Cádiz; atardecer del sábado 27 de agosto del 2011.
Los atardeceres siempre te hacen reflexionar, pararte a pensar, es un instante mágico, único, pero por fortuna repetido.
Contemplamos el panorama, con su multitud de matices, sus olores, sus melodías, su majestuosidad sin fin, pero a la vez, nos hacemos consientes, de nuestra pequeñez, tómanos conciencia del tiempo, pero del tiempo pasado, de lo que fuimos, de ese barco que va navegando por la bahía de nuestra vida, atracando en esos lejanos puertos, donde el momento aconteció: unas risas, unos llantos, unos amores, unos suspiros que dejamos al partir, para continuar, otra vuelta más… un no parar.
Desapareció, en cuestión de segundos se fue; su ausencia nos deja: pasmados, embelesados, cautivados, desamparados; pero a la vez: encandilados, ilusionados, deseosos, esperanzados. Pues sabemos que mañana volverá.
A mi también me gustan mucho las puestas de sol. Has descrito muy bien ese momento mágico que nos deja anonadados y reflexivos, pensado qué cómo puede haber algo tan hermoso en la naturaleza. Como dices tú, por suerte cada día se repite.
ResponderEliminarUn abrazo
Es que, en la playa, ella se muestra desnuda y deja la sospecha de que el sol, al día siguiente, nos atacará por la espalda.
ResponderEliminarMe hiciste soñar un rato ¡Gracias!
El atardecer, la hora bruja, una imagen de una grandeza la fuerza de la naturaleza, diibujada con tus letras Muy bonito Atalanta.
ResponderEliminarUn abrazo.
Carmen:
ResponderEliminarQue bien tenemos algo más en común que ser Jueveras.
Gracias por el ratito.
Besos anonadados
Gambetas de Lana:
En la playa nos hemos encontrados, me alegro mucho.
Gracias por el encuentro
Besos soñadores
San:
Si la hora bruja, teñida de rojos, violetas y morados.
Que me ilusionan tus visitas.
Besos embrujados
A mi me encanta el atardecer y si es en la playa más, sera por aquello de que estoy de vacaciones o pasando unos dias de descanso. En el campo prefiero el amancer con ese millar de ruidos que nos auguran un nuevo día. Gracias por traernos esta imagen tuya.
ResponderEliminarBesos
La contemplación de la Naturaleza siempre nos proporciona momentos mágicos y únicos. No hay un atardecer igual, aunque los escenarios se repìtan.
ResponderEliminarMe gustan los atardeceres en el mar, pero también son impresionantes los atardeceres en la montaña, dejando un ribete anaranjado o rojizo en el perfil de sus crestas.
Un abrazo.
Las puestas de sol son siempre bellísimas. Tanto en el mal, en la montaña y detrás de la skayline de cualquier ciudad.
ResponderEliminarPero no nos ha de inspirar triteza, sino todo lo contrario. Sabemos que el dia de mañana volverá a salir el sol.
Bellísimo, querida amiga.
Besitos
Vaya descripción, magnifica.
ResponderEliminarMe encantó cuando comienzas el último párrafo: Desapareció.
Los que somos de costa levantina vemos más ese dubitativo nacimiento hasta que ese sol timido lo inunda todo.
Muy bueno, Atalanta. Besazo
María José:
ResponderEliminarTienes razón los amaneceres son más del campo y hablando de amanecer y campo; recuerdo el olor a pan recién hecho, aceite de oliva y sal gorda, con un ajo refregado en la tostada de pan y ese olor a café de pucherete con leche de verdad.
Todo un privilegio tenerte en Mi Mundo, gracias.
Besos sabrosos
Hola Pepe!!:
Me alegra recibirte, pues si los atardeceres tienen su encanto en todas partes, el momento mágico del día.
Espero ansiosa tus visitas.
Besos acogedores
Maru:
Claro jajajajaj!!!, con esa tranquilidad nos acostamos.
Tenerte por aquí, es todo un lujo.
Besos tranquilizadores
Juan Carlos:
ResponderEliminarSi, el muy sinvergüenza desaparece, nos abandona todos los días, para volver mas majestuoso si cabe.
Si se levanta timidito, pero aquí llega crecidito jajajaj!!!
Gracias por el ratito.
Besos matutinos
No es mal sitio el que has elegido inmortalizar, las puestas de sol tienen algo de mágico que invita a quedarse extasiado contemplandolas sin necesidad de pensar en nada salvo disfrutarlas.
ResponderEliminarUn beso
Yo por mi trabajo,en el campo veo mas amaneceres y tambiem tengo que decir que son muy bonitos a lo mejor menos romanticos pero no por ello menos hermosos y sobre todo cuando la luna es llena hay algunos amaneceres para postales en dos palabras in-presionantes,,,,,,,besos
ResponderEliminarVeo que somos muchos para compartir la magia de la puesta de sol, el trasluz del mar a esa hora es un ascua de colores, el descanso de las gaviotas, el sibido de los juncos... y todas las sensaciones. Gracias por traernos esta salada descripcion paisana.
ResponderEliminarUn beso
La descripción de esa puesta de sol, hace que me guste más algo que de por sí me fascina. Frente al mar o en el río, es de una belleza inigualable, verse ir el sol.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Buenas Atalanta,
ResponderEliminarEstuve de vacaciones unos días y al ver tú foto, dije, Chiclana o Conil. ainsssss!!! que conozco esa puesta de sol, en ese mismo sitio. Preciosa y veraz tu descripción, me has dado un baño de sol lleno de recuerdos.
Besos!!!!
Manuel:
ResponderEliminarEl sitio es digno de una KDD Juevera, te lo aseguro.
Besos extasiaditos
Carmen:
Que grata sorpresa, al encontrar tu comentario. Las puesta de sol en la campiña estepeña, tienen que ser espectaculares.
Besos sorprendidos
Rosa:
Jajajaja ¡¡¡¡ sal, no falta en la costa gaditana. Lo de paisana es, porqué vivimos las dos en Sevilla?
Besos saladitos
CAS:
Pues ya tenemos otra cosa más en común Cas.
Besos marineros
Matices:
Que alegría el acercarte a Coníl, con mi relato. Que buen gusto tienes al elegir tu lugar de vacaciones.
Besos conileños